domingo, 7 de junio de 2015

Kant : la crítica de la metafísica


Immanuel Kant nació el 22 de abril de 1724 en Königsberg, en Prusia. Era hijo de un modesto guarnicero. En 1740 entrará en la Universidad de Könighsberg como estudiante de teología, y fue alumno de Martin Knutzen quien lo introdujo en la filosofía racionalista (Leibniz y Wolff). 
Tras doctorarse en la Universidad de Königsberg a los treinta y un años, ejerció en ella la docencia.
La vida que llevó ha pasado a la historia como paradigma de existencia metódica y rutinaria. Tenía una costumbre de dar un paseo vespertino, a diario a la misma hora y con idéntico recorrido, hasta el punto de que llegó a convertirse en una especie de señal horaria para sus ciudadanos.
Immanuel Kant falleció, víctima de Alzheimer el 12 de febrero de 1804 en su casa, rodeado de amigos y discípulos. La universidad y toda la ciudad de Königsberg le enterraron con honores propios de un príncipe. 
Filosofía: 
La filosofía kantiana,  (Idealismo Trascendental) parte de una nueva solución del problema del conocimiento, por la cual los elementos formales y los materiales han de colaborar para que el conocimiento se pueda dar, pretendiendo, superar las limitaciones del empirismo y racionalismo.

La posibilidad de la metafísica. (La dialéctica trascendental).

Las matemáticas y la física pueden formular juicios sintéticos a priori y, por ello, alcanzar un conocimiento universal y necesario, un conocimiento científico, pero ¿Puede la metafísica formular tales tipos de juicios sintéticos a priori, y llegar a ser, por ello, una ciencia? En la dialéctica trascendental Kant, a la luz de los resultados obtenidos, analizará esta cuestión.
 Todo nuestro conocimiento comienza por los sentidos, pasa de éstos al entendimiento y termina en la razón. No hay en nosotros nada superior a ésta para elaborar la materia de la intuición y someterla a la suprema unidad de pensar.
El entendimiento es la capacidad de juzgar, de atribuir un predicado a un sujeto mediante la formulación de un juicio. La razón, sin embargo, entusiasmada por el avance del razonamiento, se cree capaz de alcanzar el conocimiento de esos principios últimos, incondicionados, de todo lo real; y cae en todo tipo de contradicciones.
La metafísica, aunque posible como disposición natural es imposible como ciencia: para que haya conocimiento un contenido empírico tiene que ser sometido bajo una categoría; pero de los objetos de la metafísica (Dios, mundo, y alma) no poseemos ningún contenido empírico. 
Como resultado de la Estética Trascendental y de la Analítica Trascendental se sigue la distinción de todos los objetos en fenómenos y noúmenos. Por fenómeno entiende Kant el objeto tal como es percibido por nosotros, a través de la sensibilidad. La única forma posible de conocimiento, para nosotros, es el conocimiento de la realidad como fenómeno. Las categorías del entendimiento sólo se pueden aplicar a contenidos procedentes de la intuición sensible, (ya que no hay ningún tipo posible de intuición intelectual), sólo se pueden aplicar a objetos de una experiencia posible.
¿Qué ocurre, pues, con esas supuestas realidades que están más allá de la experiencia posible? ¿Qué ocurre con Dios, con el alma, con el mundo como totalidad, realidades sobre las que la metafísica ha pretendido siempre tener un conocimiento cierto y seguro? Los conceptos de la razón pura, en la medida en que no pueden ser aplicados a ninguna intuición empírica.  Ocurre con ellos lo mismo que ocurría con las categorías: en la medida en que pretenden prescindir de toda experiencia posible, son incapaces de ofrecernos conocimiento alguno. Por lo tanto, no tienen valor cognoscitivo. 
Las ideas trascendentales no nos ofrecen ningún conocimiento. Pero ello no significa que Kant no les conceda valor. Tienen un uso regulativo: unifican los conocimientos del entendimiento. En su uso regulativo, las ideas trascendentales señalan, negativamente, los límites que el conocimiento no puede traspasar, pero positivamente impulsan al ser humano a seguir investigando positivamente impulsan al ser humano a seguir investigando.

No hay comentarios:

Publicar un comentario